MANGAS PASTELERAS PARA DECORAR

¡A los buenos días! ¡Vamos, vamos, que ya estamos a mitad de semana! 

Hoy vengo a daros una lección. ¡Sí, sí! Pero no os preocupéis que no voy a pasar lista, no voy a pediros apuntes ni va a haber examen final. ¡Uuuuuuf!  Ya os veo a todos respirando más tranquilamente… Eso sí, si a alguien le queda alguna duda, por dios, que levante la mano y pregunte, pero en orden que os veo venir a todos gritando a la vez. 

No sé si habéis notado que MJ’SWEETTOOTH ha hecho algún que otro cambio en las pestañas de arriba. He incluido dos nuevas: “Básicos 2.0” y “Trucos y Tips 2.0”. En la pestaña de básicos como ya os conté habrá recetas fácilmente tuneables y recetas imprescindibles para crear posteriormente algo más elaborado con ellas.

En esta nueva pestaña “Trucos y Tips” habrá consejillos, cosas de utilidad y mucho más para la elaboración, decoración y preparación de vuestros deliciosos postres.

Hoy vamos a empezar hablando de mangas pasteleras para decorar. He elegido este tema porque para mí en su día era un gran desconocido y a muchos hoy les puede ayudar. Si ya lo sabes todo, apaga y vámonos. Si tienes curiosidad… ¡Acompáñame! 

Mi primera manga pastelera fue del IKEA. Es una manga pastelera de tela que puede sacarte de un apuro pero que tiene, desde mi experiencia, más puntos negativos que positivos. Para empezar, cuando decoras con buttercream la grasa de la mantequilla se filtra hacía fuera y te deja todas las manos resbaladizas. Esto hace que no puedas hacer presión y que la decoración de tus cupcakes o  tartas peligre más que la vida de un gusano en un campo lleno de pollos. Además, son un poco difíciles de lavar y después de varios usos empieza a desprender un olor peculiar que no da muy buena espina. A saber que ecosistema no se estará formando ahí dentro. 

Mi segunda manga pastelera fue una manga de plástico-silicona reutilizable de los chinos. La compré pensando que al ser de plástico solventaría el problema de la limpieza y por durabilidad. De nuevo me equivoqué. Estas mangas son más adecuadas para dispensar masas densas tipo macarons que para decorar ya que son bastante gruesas y poco manejables. 

Finalmente y después de mucho buscar, encontré por fin las mangas pasteleras desechables. Las hay de varios tamaños, antideslizantes y de diferentes marcas. Las que yo uso son de Ibili o Wilton y ambas son de gran calidad. De hecho, aunque son de un solo uso, para trabajitos en casa se pueden lavar muy bien, dejar secar en forma de pirámide y usar para otras ocasiones. Son manejables, higiénicas, económicas y hoy por hoy cada vez más fáciles de encontrar.   

Aunque antes haya escrito finalmente, no he acabado aquí. Me falta por hablar de mi último descubrimiento: las mangas pasteleras de papel vegetal. Las podéis hacer vosotros mismos en casa de manera muy fácil. Además son muy manejables, higiénicas y para decorar con glasa real simplemente perfectas. Si alguien quiere tutorial de cómo hacerlas que pida por esa boquita y allá que voy y lo hago. Igual lo hago hasta en video, ¡fíjate tu!

Pues eso es todo por hoy. ¿Qué manga pastelera es la tuya? Yo me quedo con las desechables y las de papel vegetal ¿Y tú? ¿Cuál te vas a llevar?

Espero que os haya ayudado. Aclarad que no se me ha ido la pinza con las fotos que no tienen nada que ver con el tema. Poner fotos de mangas pasteleras me parecía un poco aburrido así que os dejo las fotos de entradas navideñas antiguas como recordatorio por si os animáis a hacer alguna para esta navidad. 

Las fotos en orden de aparición corresponden a las recetas de "cupcakes de turrón de yema tostada" (invento del año pasado de una servidora), "lussekat" (receta típica sueca que se hace para el día de Santa Lucia y se come durante navidad), "coquitos" (dulce típico de mi abuela hecho con batata), "mince pie" (receta típica en las mesas del Reino Unido para navidad)

¡Hala! Hasta la próxima entradita... mientras tanto...

"El mejor regalo para esta navidad no es aquel que sea más caro sino el que más significado tenga"

Ponte a pensar y haz regalos originales que conmueva. 

¡Un álbum con fotos de recuerdos bonitos es un regalo perfecto!