Esta receta me está tratando
como me trató un chico a los quince años. Un día me miraba, yo daba saltos de
alegría; al día siguiente tímidamente me sonreía, yo daba saltos de alegría;
al día siguiente me saludaba, mi corazoncito daba saltos de alegría; al día siguiente… ¡¡le vi pasar
en la moto con otraaaaaaaaaaaa!!! Mi corazoncito estalló en mil pedazos y se hizo
añicos ¡¡aaaaaaiiiins, que pena de miiiiii!!
Pues con esta receta me pasa
lo mismo :(
La primera vez que la hice todo parecía perfecto. Las “turkish delight” estaban ricas, con textura agradable, ¡uuuummm¡
La primera vez que la hice todo parecía perfecto. Las “turkish delight” estaban ricas, con textura agradable, ¡uuuummm¡
Me fui al trabajo y las dejé
a todas muy colocaditas en una bolsa de plástico, rebosantes de vida y de
azúcar glass… y cuando volví del trabajo… ¡¡horror!!
Me las encontré a todas sudaaaaando como perras… ¡¡Ni que hubieran estado toda la mañana cavando olivos!! ¡La escena fue de lo más trágica!
Me las encontré a todas sudaaaaando como perras… ¡¡Ni que hubieran estado toda la mañana cavando olivos!! ¡La escena fue de lo más trágica!
Aquí ya están empezando a sudar. No voy a poner foto de la escena real porque es espeluznante |
Ellas me miraban con cara de
pena. Yo no entendía qué les había pasado. Ellas me miraban otra vez y yo me
rascaba la cabeza buscando una explicación. Desesperada, les echaba más y más
azúcar para tratar de salvar su existencia y ellas sudaban más y más.
Miré en internet y… ¡descubrí
que las gominolas sudan!! Mire usted qué cosas… Y yo, venga a echarles azúcar,
venga a echarles azúcar… acabé por ahogarlas… O igual ellas tenían tendencias suicidas, ¿quién sabe?
El caso es que en mi
aventura turca internauta descubrí a esta mujer, que aunque poco cuerda, es muy
sabionda y me dio la clave para mantenerlas sanas y salvas hasta ser devoradas
un poquito más de tiempo. Una vez hechas, deben ser conservadas en una
fiambrera sin aire y bastante azúcar. Aun así, la segunda creación de turkish
delight empezó a sudar a los dos días… Bueno, hemos avanzado algo y os aseguro
que no pararé hasta encontrar la solución perfecta (¡¡si alguien la sabe que me la diga, por fi, que a este ritmo voy a acabar con una subida de azúcar!!)
De todas formas, merece la
pena hacerlas porque son espectaculares y son gominolas hechas en casa, que a
saber qué tienen las que se compran.
INGREDIENTES
- 900 g de azúcar
- 2 cucharadas cortas de zumo de limón
- 175 g de harina fina de maíz (uso maizena)
- 1 cucharadita de crémor tártaro (imprescindible)
- 1 l de agua (300ml para el azúcar y 700ml para la maizena)
- 1 cucharada y media de agua de rosas
- 1 termómetro de caramelo
- 2 cacerolas (1 mediana para el caramelo; otra más grande para la mezcla de maizena).
PARA
CONSERVARLAS
- 150 g de azúcar glas
- 40 g de maizena
MÉTODO
- En la cacerola mediana ponemos el azúcar, las cucharadas de limón y 300 ml de agua. Hervimos a fuego lento hasta que el caramelo alcance los 115º centígrados/240º Fahrenheit. Removemos de cuando en cuando y reservamos una vez alcanzada dicha temperatura.
- En la otra cacerola a fuego medio, mezclamos la maizena, el cremor tártaro y el resto del agua (700 ml). Ayúdate de la batidora desde el principio para ir mezclando mientras espesa para eliminar todos los grumos. Calentad hasta obtener una masa parecida al pegamento.
Nuestro pegamento. Mézclale el caramelo con batidora también para evitar grumitos malignos |
- Una vez obtenido nuestro “pegamento” comenzamos a mezclarlo con el caramelo. Echamos un chorro del caramelo sobre la maizena y batimos hasta que quede una mezcla homogénea. Incorporamos otro chorro de caramelo y batimos. Así hasta incorporar todo el caramelo.
- Llegado este punto, dejamos nuestras delicias turcas hervir lentamente 1 hora aprox. hasta que obtengamos una pasta color ámbar. Removed de vez en cuando durante este tiempo.
- Al final del proceso, añadimos el agua de rosas y lo removemos bien (podemos añadirle un poco de colorante pero no es imprescindible).
Dentro del molde le puse film y le eche un poquitin de aceite |
- Embadurnamos un recipiente con un pelin de aceite y volcamos el caramelo dentro. Dejad enfriar toda la noche.
- A la mañana siguiente, mezclamos en un bol unos 150 g de azúcar glas y 40 g de maizena.
- Después, desmoldamos nuestro bloque y cortamos en daditos de unos 2 cm de lado. Una vez tengamos todos los trozos listos, los echamos en el bol y los cubrimos bien de azúcar.
Al desmoldar, cubrir el bloque con azúcar glas para que no se pegue en la encimera |
Cortamos en daditos regorditos :) |
Les damos un buen baño de azúcar |
¡¡¡Y ahora, sí que
siiiiiiiiiiiiiiiiiiii!!!
¡¡¡Puedes disfrutar de tus TURKISH DELIGHT!!!
No olvides conservarlas en una fiambrera sin
aire.
¡¡Bye Bye!!
Y para el fin de semana...
Dedícalo a hacer aquello que llevas tiempo queriendo hacer, no lo dejes para más tarde
¿De qué sirve postergar la felicidad?
Gracias por leerme
María José
¡Me he quedado sin palabras! Yo que soy una inutil en la cocina, admiro a las personas que os gusta, os divierte... ¡y además haces un blog!
ResponderEliminarYo me presto a probar todo. Y no te preocupes, también he probado las delicias turcas.
Felicidades, me ha encantado.
Mónica.
¡¡Feliz día Monica!!! Gracias por tu comentario. Yo admiro a la gente como tu que expresa cosas tan bonitas que hacen feliz a una persona por mucho tiempo!!
Eliminar¡¡Seguiré currando para que el blog os divierta!! ¡Un abrazote y disfruta del martes! Ah!!! Me alegro de que las hayas probado, ya me siento un poquito más de este planeta :)
Vaya, me has dejado anodadada... sudan!!!
ResponderEliminarPues con la de turcos que hay en Holanda voy a tener que preguntarles qué hacen ellos para que no les suden. Si lo averiguo te lo digo!!
besos!!
Gracias mil!! A ver si damos con la tecla! Un beso bien grande! Y gracias por comentar!
Eliminar